"Todo empezó después de una breve conversación con D. Esteban Escudero Torres, entonces Opispo Auxiliar de València, ahora obispo de Palencia, el párroco de Nuestra Señora de la Natividad de Burjassot D. Miguel Ángel Torres y el denunciante D. Francesc Jesus Bernal Tortosa. D. Miguel Ángel Torres me comentó que hacía algun tiempo que "me distanciaba". No venía a cuento de nada y así de sopetón pensé que era un comentario intrascendente - él sabe que soy ateo y siempre lo he manifestado así, sin ninguna duda -. Le seguí la corriente respondiendo que el que se distanciaba era él puesto que desde que cenamos en mi casa y vimos la película de Woody Allen "Deconstructing Harry" no había vuelto a visitarme. Tanto él como el Obispo comprendieron la esencia del comentario. Concluí afirmando "Realmente es una bella historia de amor", refiriéndome a la relación del sacerdote con la iglesia y con la religión, que yo he tratado siempre rebatir, desde mis presupuestos ateos, como es lógico, pero también desde el más absoluto respeto.
Pero esa vez la conversación no acabó ahí, sino que podemos decir que empezó. Empezaron una serie de encuentros. Me invitó en dos ocasiones a cenar. Y como siempre hablamos un poco de todo amigablemente. Me sorprendió un poco esa actitud pero no le dí mayor importancia. Pensé que se encontraba sólo y deseaba reanudar una amistad que siempre a sido buena pero más bien distante. Inlcuso me propuso participar en su proyecto de Iglesia-24 horas como representante de los no creyentes. Estos encuentros teminaron con la visita a su finca en Bétera el día 13 de julio de 2010 donde me esperaba un pastor alemán que me atacó. Podría haber sido un accidente, una casualidad. Pero las circunstancias que concurrieron me hacen pensar que no fue casual aquel ataque.
En primer lugar D. Miguel Ángel Vives en ningún momento me advirtió de la peligrosidad del animal que íbamos a visitar. Me tuve que apercibir de ello cuando ya estaba dentro del recinto. Inmediatamente me dí cuenta de que aquel lugar no era el lugar adonde se lleva a un amigo, por el peligro que existía. Procuré distanciarme del animal y esperar a que me reconociera y se acercara por iniciativa propia sin imaginarme nunca la peligrosidad real del animal. Cuando el animal estava ya a mi lado pacíficamente obervé en D. Miguel Ángel Vives una postura extraña. Estava ya algun tiempo agachado como poniendo la comida pero con la cabeza mirando hacia mí. Cuando ya por fin le puse la mano encima para acariciarlo y el animal parecía acercarse mansamente D. Miguel Ángel Vives lanzó un grito. El animal se abalanzó inmediatamente sobre mí mordiéndome en el brazo y la pierna. Yo me quedé a merced del animal sin que D. Miguel Ángel Vives dijera ni hiciera nada para detenerlo. Hasta que le dije "¡Por favor Miguel Ángel haz el favor de llamarlo!". En ese momento le llamó. El perro ya me había dejado de morder por su propia iniciativa y por mi reacción defensiva afortunadamente acertada. Después me dijo que el grito fue debido a la picadura de una avispa. En ningun momento posterior al accidente observé nada que pudiera parecer una picadura ni se quejó de nada en la comida que a continuación tuvimos.
Considero que el ataque fue provocado intencionada y premeditadamente por D. Miguel Ángel Torres.Por la tarde acudí al hospital. Después vino la depresión. Los problemas circulatorios. La falta de concentración y de memoria. Las hinchazones, con dolor, en piernas y manos. La sensación continua de cansancio. Los desarreglos intestinales. Y todas las secuelas físicas y psicológicas que todavía arrastro.
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